Centro de Lectura y Redacción, Decanato de Educación General, Universidad del Turabo

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martes, 12 de mayo de 2015

Tal vez en otra vida por Ileanexcis Santini Soto, ganadora de una mención honorífica en el Torneo de Cuento Corto Oral

          Me levanto emocionada, feliz, renovada con ganas de darte cien besos mañaneros. Miro al lado de mi cama y no te encuentro, no puede ser, este no eres tú. Este es mi esposo de hace tres años. Pero, ¿y tú dónde estás? Me desespero, me lavo la cara, me tomo un café en el balcón y  voy aceptando  la idea de que no puedo despertar a tu lado. Mi esposo se levanta y trato de lucir enamorada. Preparo el desayuno para ambos, nos damos un beso apresurado y nos marchamos al trabajo.  En la noche, regreso a mi casa y vuelvo a la rutina. Mi pareja ve su serie favorita en la televisión y yo intento planificar la próxima terapia de mis pacientes. Mientras tanto, la incógnita de cuándo nos volveremos a ver impide concentrarme. Al llegar la noche, mi esposo intenta seducirme y,  para que no sospeche nada, me dejo llevar. Cierro los ojos, me acaloro, me entrego, te encuentro, te beso, me penetras  y me regalas los mejores trece segundos de mi vida. Al  culminar  abro los ojos y vuelvo y tropiezo con la realidad de que no eres tú. Me duermo decepcionada y en la mañana siguiente se vuelve a repetir la misma historia. Ya comienzo a resignarme. Un mes después, mi esposo y yo cumplimos cuatro años de matrimonio. También es la boda de mi primo y ambos decidimos celebrarlo allí. Me pongo un traje rojo ceñido que resalta mi tez blanca y largo cabello azabache. Empaco el regalo de mi marido y nos vamos a la recepción. Esta  noche es solo  para mi marido,  pienso en voz baja. Estoy decidida a recuperar la llama y entregarme a mi relación. De pronto,  en medio de muchas personas, te veo. Incrédula, cierro los ojos y los vuelvo abrir, mi corazón se acelera, mis manos comienzan a sudar. Tu mirada se ancla en la mía cada segundo más fuerte. Ambos, nos reconocemos en seguida. No puede ser,   me digo a mí misma, este es el hombre con el que sueño todas las noches y le soy infiel a mi esposo. Trato de reincorporarme. Le indico a mi marido que iré al baño. Dejas a tu esposa y te vas detrás de mí. Nos miramos nuevamente sin decirnos una sola palabra y agarras mi mano. De momento, tu esposa te alcanza y a mí solo me queda decir, tal vez en otra vida…

1 comentario:

  1. Quizás... en otra vida. Hermosa reflexión para una historia que a todos les puede pasar.

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